Este hotel de 50 habitaciones, con encanto discreto y raíces estilo pradera, ha sido un destino apreciado para los habitantes de Chicago y los huéspedes leales de todo el Medio Oeste durante casi dos décadas. Nuestro objetivo era preservar el encanto del lugar y la conexión emocional con con la comunidad, mientras volvemos a imaginar todo el hotel de una manera fresca y moderna.
Intencionalmente no temática, nuestra inspiración atrae a diversas fuentes, desde la pradera de Frank Lloyd Wright y las influencias japonesas hasta la sencillez de la vida escandinava y del lago del Medio Oeste. Cada momento está impregnado de con un lujo informal y se considera con la comodidad durante todo el año del equipo del hotel y los huéspedes en mente. El diseño refleja y respeta este lugar íntimo, un hotel en un acantilado, con vistas al puerto.
Este hotel de 50 habitaciones, con encanto discreto y raíces estilo pradera, ha sido un destino apreciado para los habitantes de Chicago y los huéspedes leales de todo el Medio Oeste durante casi dos décadas. Nuestro objetivo era preservar el encanto del lugar y la conexión emocional con con la comunidad, mientras volvemos a imaginar todo el hotel de una manera fresca y moderna.
Intencionalmente no temática, nuestra inspiración atrae a diversas fuentes, desde la pradera de Frank Lloyd Wright y las influencias japonesas hasta la sencillez de la vida escandinava y del lago del Medio Oeste. Cada momento está impregnado de con un lujo informal y se considera con la comodidad durante todo el año del equipo del hotel y los huéspedes en mente. El diseño refleja y respeta este lugar íntimo, un hotel en un acantilado, con vistas al puerto.