Todo sucedió un poco por casualidad cuando Catarina y Joao Reis encontraron una antigua casa de verano durante una caminata, parte de una propiedad de producción de vino en la costa sur de San Miguel. Apasionados por crear lugares únicos con vistas espectaculares, decidieron construir un hotel excepcional en la isla mientras conservaban las principales características arquitectónicas del antiguo edificio.

Cada habitación es única y diferente entre sí. Las Junior Suites, que se encuentran en la parte más nueva del edificio, y las Unique Suites están en la planta baja y tienen acceso directo a los espacios exteriores y a la piscina.Las Unique Suites fueron construidas donde una vez estuvo la casa solariega, y se conservaron muchos de los elementos más antiguos, como las paredes de piedra de basalto, los arcos de piedra que enmarcan el techo de la antigua bodega y la antigua chimenea de la cocina.